LAS PERIPECIAS DE UN COSTAL O LA CORONA DE HIERRO (Antonio Argudin)

Personajes:
Un niño, una niña, un burro, el diablo, un pescador, una pescadora, otro pescador (él), otra pescadora (ella), la abuela, el ángel, la virgen, san José, el rey.

NIÑO: ¿Y ahora, por qué sales corriendo en cuanto me ves?
NIÑA: ¡No quiero que me mires chillando!
NIÑO: ¡Ah Dios!, ¿Cuántas veces no me has visto tú?
(La niña sigue llorando sin hacerle caso. Él la arremeda)
NIÑA: ¡payaso!
NIÑO: ¿y por qué te pegaron esta vez?
NIÑA: Pues por lo mismo de siempre. Mi madre se enfurece y nomas busca pretexto para desquitarse con alguien, ¡y como yo estoy siempre a la mano!; ni modo que le pegue a mi papá ó a mi abuelita…
NIÑO: Pues ya ni modo,… ¿a poco te …ver más…

Una vez nacido, ya no podré hacer maldades en el mundo. Tengo que impedir que esos estúpidos pescadores vayan a adorarlo. Para eso, escondí sus zapatos: el ser humano es muy comodino y perezoso; no se tomarán la molestia de caminar descalzos en la arena y sangrarse los pies. Ahora, soltaré al burro. (Lo hace) Así, ya no podrán ir a ver al niño. La idea de caminar y caminar para ir a ver a un mocoso les parecerá ridícula. (Brinca y baila de puro gusto)
Se dispone a desaparecer haciendo un pase mágico pero entra una pescadora que se pasea nerviosa por la playa. Muy lentamente, el diablo se acerca. Ella no lo ve)

PESCADORA: ¡ay Dios mío! Y ahora ¿qué voy a hacer? No aguanto más. Ustedes dirán que estoy loca, pero, todos saben lo que es una suegra: una, un estorbo, motivo eterno de pleitos y disgustos en los matrimonios. Figúrense ustedes, ya está vieja, no puede lavar ni puede planchar, ni sacudir el polvo. Cuando vino a vivir con nosotros, pensé que me había sacado la lotería: ¡Tantas maravillas que me habían contado de ella! Que si guisaba como un ángel, que si era limpia como monja poblana, que se yo. Pues nada, que ni a lavar pañales me ayudaba. Lo único que sabe es platicarle tonterías a mi hija. ¿Pues no la desgraciada mujer tuvo la ocurrencia de ayudar a una pareja de vagabundos? Y eso no es todo, ¡quería que les diéramos posada!. ¡Ah!, todo porque la mujer esa, está a punto de dar a luz, pero… ¿a mí quien me