Organización política y económica de la real audiencia de quito
Organización política y económica de la real audiencia de quito.
En 1560, a solo 26 años de su fundación y asentamiento definitivo, donde hoy se encuentra, el Cabildo de Quito estimó del caso solicitar a la Corona Española la creación de una Real Audiencia para de esa manera lograr una cierta forma de autonomía con relación al Virreinato de Lima, al cual había pertenecido desde su creación en 1541.
Correspondiendo a dicho pedido, el 29 de agosto de 1563 Su Majestad don Felipe II expidió en la ciudad de Guadalajara, España, la Cédula Real por medio de la cual se creó la Real Audiencia de Quito, la cual, en su parte pertinente dice: “En la Ciudad de San Francisco de Quito, en el Perú, resida nuestra …ver más…
Posteriormente, en el siglo XVIII se crearon las gobernaciones de Cuenca y Guayaquil. Los principales corregimientos de la Real Audiencia de Quito fueron: Otavalo, Ibarra, Quito, Tacunga (Latacunga), Riobamba, Chimbo, Cuenca y Loja, en la sierra, y Guayaquil en la costa.
En los primeros años de la colonia la economía de la Audiencia se basó principalmente en la riqueza que generaban los astilleros de Guayaquil, que eran los más importantes de la costa americana del Pacífico; también fue importante la extracción de oro de las minas de Zaruma y de los ríos del oriente, y la elaboración de sayas y bayetas que con gran habilidad tejían los indígenas del centro de la serranía. Otros rubros fueron los relacionados con la actividad agrícola -especialmente de la costa, donde se producía un cacao de extraordinaria calidad para la exportación- que también ayudaron a la evolución económica de la Real Audiencia.
Las audiencias eran, «...en primer lugar, regiones geográficas bien delimitadas, que servían de unidad administrativo-política, algo parecido a nuestras actuales provincias. En segundo término, eran asiento de un cuerpo gubernativo mixto, mitad judicial y mitad político; lo judicial estaba encomendado a los oidores, que debían ser personajes letrados, es decir, con carrera judicial y título; lo político se encarnaba en el Presidente de la Audiencia, quien representaba, sin delegación posible, a la autoridad central del Virrey y, en último término, al Rey. (Un