Objetivismo Axiologico
En el objetivismo axiológico, los valores, son los que tienen una entidad objetiva que el sujeto se limita a reconocer y a descubrirlos, mas no los crea.
(Scheler y Hartmann) Los valores tienen una entidad en sí mismos considerados, a la que el sujeto reconoce, de forma que es posible la formulación de juicios de valor que, por su naturaleza, sean universales y necesarios, es decir, válidos para todos los sujetos. La objetividad u objetivismo de la moral es clara, aunque hay que tener en cuenta las diversas clases de ley; no es el mismo una ley natural o divina, permanente, que una ley humana, más relativa; y, por tanto, tampoco la conciencia aprecia su valor de la misma forma. La ética es el estudio de los …ver más…
En esto radica lo Universal, en el proceso, no en los contenidos ni en los criterios de jerarquización axiológicos.
INTRODUCCION
Los precursores: tensión entre subjetivismo y objetivismo axiológicos. La axiología se despliega propiamente en el s. XIX. Más no por eso dejó de ser antes preocupación de los filósofos el problema del valor. Se suele mencionar a Protágoras, Platón, S. Agustín, S. Tomás, Hume, Kant, como testimonios de ello. Pero la distinción entre ser y valer, por una parte, y la captación del valor por el sentimiento, por otra, fueron las tesis que marcaron el hito de la axiología como escuela filosófica moderna. Los verdaderos precursores de la axiología, en el sentido apuntado, han sido Lotze, Nietzsche y Brentano.
El subjetivismo axiológico, representado por Ralph Barton Perry, John Stuart Mill, R. Carnap y Alfred Jules Ayer, considera que el valor debe su existencia a las reacciones psico-fisiológicas del sujeto. El hombre crea el valor con su agrado, deseo o interés. Pondera que no hay valor sin valoración pero niega el elemento objetivo adicional.
1. John Stuart Mill sostiene que el deseo hace lo valioso, esto es relativo porque hay deseos como lo perverso, morboso, mezquino, tonto e inmoral, que no lo son; inversamente, hay objetos valiosos que no son deseados. Es bueno distinguir lo deseado y lo deseable. Lo deseable implica la capacidad y merecimiento de ser deseado. El mero deseo no otorga la deseabilidad. La