Nuestro extraño enemigo mas si osare
Historia y psicología del mexicano
Desde el año 2003 me he dedicado a la investigación de grandes mitos de la historia de México, pero importante aún, según yo desde luego, a la forma en que influyen en nuestra psicología como pueblo, y se conforma lentamente lo que yo he nombrado personalmente: el complejo de Masiosare. En el año 2007 publiqué un artículo llamado “Masiosare: un extraño enemigo”, en relación al conflicto post electoral, intentado relacionar los rencores y conflictos de hoy con nuestra historia, para que veamos cómo llevamos 200 años repitiéndola, lo cual habla de muy poca evolución social, en gran medida a causa de que no conocemos nuestro pasado. Por razones que hasta la fecha no …ver más…
Y digo Iturbide, porque, guste o no, se acepte o no en la historia, el coronel Agustín de Iturbide y Aramburu fue el hombre que ideó un proyecto, tuvo un plan, concibió un país, y fue el hombre que pacificó una reino anegado en sangre, terminó con diez años de autodestrucción, y finalmente obtuvo una independencia que fue resultado de los acuerdos y no de la violencia. Acuerdos en vez de violencia, es evidente que no somos herederos del legado del verdadero padre de la Patria, y se hace patente también por qué le adjudicamos esa falsa paternidad a Hidalgo, porque viene más al caso con el carácter del mexicano: violencia sin proyecto en lugar de acuerdos. Así pues, México nació con una guerra que continuó sin cesar, simplemente el enemigo dejó de estar fuera y estuvo desde entonces y hasta la fecha, adentro. El caos mexicano, en un territorio ambicionado por tantas potencias, colaboró en que más de un país buscara obtener ventajas de la debilidad nacional. Desde tiempos de Iturbide los norteamericanos buscaron entrometerse en la política, y entre intervenciones francesas, invasiones estadounidenses, e intentos españoles de reconquista transcurrieron las primeras décadas de una patria que también se desangraba eternamente.
La guerra se convirtió en el hecho cotidiano de un país que, apenas décadas atrás, siendo aún Nueva España, casi no tenía ejército; al poco tiempo, la actividad militar era vista como la mejor opción para supervivencia, y tristemente, la