No podemos jalar (obra de teatro)
Personajes:
Narrador
Nicolás Peluso
Gordo Gayoso
Leonardo Carbajal (“Porky”)
Profesor Tutor
ACTO I
Faltaban ocho días para Navidad. Nicolás Peluso y el Gordo Gayoso, tensos, porque aún debían aprobar el examen de Historia y Geografía para pasar, por fin, a quinto año. Por primera vez en toda su vida colegial, sus nervios usualmente relajados se contracturaban de preocupación.
Nicolás: ¿Y si vamos a buscar al “Porky” a su casa y le pedimos que nos dé las preguntas de Historia y Geografía?
Gayoso: ¿Ir a la casa del “Porky” a pedirle las preguntas? ¿Eres retrasado mental?
Nicolás: No seas bestia pues, gordo. ¡Vamos a sobornarlo!
Gayoso: ¿Sobornarlo? ¿Y por qué piensas que se va a dejar? Nos podría denuncia. ¿Te …ver más…
Porky: Estudien, pues. ¿Necesitan algo más?
Nicolás: Las preguntas, profe.
Porky: ¿Qué? Están bromeando supongo.
Nicolás: No profesor. Se lo pedimos de corazón.
Porky: Si pero no veo por qué tendría que ayudarlos.
Nicolás y Gayoso se dirigieron a la camioneta y le mostraron la mercancía.
Gayoso: Esto es para usted. Los panetones por las preguntas de Historia, el champán por las de Geografía. ¿Lo toma o lo deja?
Porky: Vale chicos, lo hago únicamente por sus familias, para que pasen la fiesta en paz.
ACTO III
El día decisivo, martes, Nicolás y el Gordo llegaron con las respuestas aprendidas pero revueltas en la cabeza.
Profesor Tutor: Bueno chicos, espero que hayáis estudiado, he estado corroborando el examen y está facilísimo, bueno para los que hayan estudiado. Les deseo suerte chicos.
Al cabo de treinta minutos, el Gordo Gayoso se encontraba en el escritorio del profesor devolviendo las dos pruebas.
Profesor Tutor: ¿Ya has terminado?
Gayoso: Efectivamente profe, el examen no estuvo tan difícil (se dirige hacia afuera).
Al cabo de una hora, cuando sólo faltaban cinco minutos para el toque del timbre…
Gayoso: Qué maestro el Nico. Se está quedando hasta el final para simular esfuerzo y no levantar sospechas. Qué grande.
Cuando a los pocos minutos Nicolás Peluso dejó el aula, llevaba los ojos llorosos.
Nicolás: Ay Gordo, la he fregado todita
Gayoso: Qué pasó, ¿no respondiste nada?
Nicolás: Me confundí, me confundí. Me puse tan nervioso que rellené