2.2 TRABAJO COOPERATIVO
Lean el mito y respondan las preguntas en su cuaderno.
Perséfone era hija de Zeus y de Deméter, la diosa de la agricultura. Un día Hades, el dios de los muertos, la raptó y la llevo a los infiernos como su esposa. Deméter, enojada, maldijo la tierra que ya no dio más frutos. Los hombres hambrientos se quejaron a Zeus, quien ordeno a Hades que volviera a la joven. Pero Perséfone ya había probado la comida del mundo de los muertos y no podía quedar del todo libre. Entonces llegaron a un acuerdo: la joven pasaría la mitad del año con Hades y el resto con su madre. Así, cuando Perséfone bajaba a los infiernos, Deméter estaba triste, los arboles perdían sus hojas otoñales y no había cosechas. Cuando la joven subía a …ver más…

El rey, horrorizado decidió dar fin a estas peleas y encarcelo a la coqueta Quiahualoxóchitl. Pero su encierro no duro mucho porque sus encantos logro persuadir a sus custodios y huir al pueblo vecino de zocotlán. Allí se ganó el favor del rey con una mentira: le dijo que Azayactzin, el más valiente guerrero del pueblo, la había ofendido. Para vengarla, el rey se batió con este joven y le dio la muerte. Cuando el padre de Azayactzin se enteró de esa desgracia, imploro justicia divina. El dios se apiado de sus ruegos y convirtió a Quiahualoxóchitl en una cruel culebra, que aún hoy sale a los caminos para afligir a los viajeros.

Responde.
¿A qué pueblo te parece que pertenece el mito: Kichwa o azteca? ¿Cómo lo supiste?
Este mito pertenece al pueblo azteca ya que en el pueblo azteca existía reyes príncipes y guerreros.
Además la palabra Azayactzin tiene relación con la palabra azteca, y se sabe que en el imperio azteca ya existían los calabozos.
2.6 ACTIVIDADES.
Lee esta leyenda urbana e indica los elementos que te permiten identificarla.

Un amigo de un primo, que vive en cuenca, me conto que una noche lluviosa, cerca del cementerio, iba el chofer de un bus medio dormido después de un arduo día de trabajo. De repente, se le cruzo una chica en el camino y no pudo evitar atropellarla. Dominado por el miedo, se echó a la fuga. Luego de un rato, cuando miró por el espejo del retrovisor, descubrió que en el último