Maquina de hilar.
Por la radio hacían una entrevista a una niña. Después de contestar a varias preguntas, le dijo el locutor: «¿Quieres decir alguna otra cosa?» «Sí, contestó ella, quiero enviar un saludo a mi papá y a mi mamá, que me estarán escuchando.» La niña sólo veía delante suyo un micrófono, una grabadora y a aquel señor del traje claro, pero sabía indudablemente que sus padres estaban al otro lado del micrófono. Y así era en efecto. Cuando llegó a su casa sus padres se lo dijeron: «Te hemos oído por la radio».Hacer oración es hablar con Dios y con la Virgen -mi Padre y mi Madre-, que nos están escuchando, aunque no les vemos. Y esto con una certeza absoluta. Nos dan pena aquellas personas de buena voluntad que hablan a una …ver más…
Con la oración salimos de los límites del tiempo y del espacio y damos a nuestra existencia un sentido trascendente, divino.Hablando humanamente, y para que nos demos cuenta, podríamos decir que Dios ha hecho un esfuerzo enorme de acercamiento a los hombres: ha hablado con nosotros y, especialmente, a través del Verbo divino, que se hizo Hombre. Para hacernos cargo, es como si Dios hubiera recorrido una distancia enorme hasta llegar cerca de cada uno, pero como que no ha querido dar el último paso, sino que ése lo tenemos que dar nosotros, poniendo de nuestra parte ese esfuerzo tan pequeño de querer mirarle y hablar con El.«Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; sino que os llamo amigos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he dado a conocer» (Jn 15,15). Esto nos dice Jesucristo: ¡que podemos ser amigos de Dios! Hemos de darnos cuenta de que nuestro trato con Dios no ha de ser una relación fría, especulativa, sino que podemos dar el paso del amor. Porque Dios nos conoce y nos ama, y no quiere sólo que le conozcamos, sino que le amemos. Por eso dice santa Teresa: «No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama» (Santa Teresa, Vida).La oración es un diálogo enriquecedor, porque si la amistad verdadera enriquece a los que se aman, ¿qué será la amistad con Quien sabe todo, lo