Maquiavelo y el estado autosuficiente
AUTOR: J. R. HALE.
Maquiavelo nació en 1469 y murió en 1527.
Fue el primero que trató en sus escritos la política como una responsabilidad pública cuyas funciones no se habrían de desempeñar según los dictados de la moral privada. A mediados del siglo XVI, se consideró escandalosa la laica concepción política de Maquiavelo.
La idea medieval de la unidad de la unidad, al menos teóricamente, de una Europa dirigida en lo político por el sacro emperador romano y en lo espiritual por el papa había hecho quiebra. Los Estados iban tomando cada vez más conciencia de que sus destinos dependían de ellos mismos, se hallaban en sus manos, y podían mejorarse en pro del interés meramente nacional. Italia, la …ver más…
Durante el resto de sus días Maquiavelo pensó ya siempre que los Estados han de ser autosuficientes en lo militar, que deben contar con ejércitos formados por ciudadanos propios que combatan animosamente en defensa de sus familias y d sus formas de vida. Así, el primer deber del gobernante es ser soldado y crear un ejército, dirá más tarde Maquiavelo en El príncipe.
Dice Maquiavelo que el Estado no puede confiar su defensa en los mercenarios, ya que éstos son desunidos, ambiciosos, indisciplinados, desleales, arrogantes entre los amigos y cobardes con los enemigos, etc. En consecuencia, la ruina presente de Italia no ha sido causada sino por la confianza que se puso durante tantos años en tropas mercenarios. Maquiavelo aprendió que en la política, lo mismo que en el juego, no basta con el previsor, hábil y avisado, sino que además hay que gastarse los dineros, emplear la fuerza, tomar rápidas decisiones y actuar con energía.
También hay que actuar sin escrúpulos ni contemplaciones y sin piedad. Esta lección la aprendió de César Borgia, quien, con el apoyo de su padre el papa, acometió en 1502 la conquista de algunos territorios del este y del centro de Italia que habían pertenecido en otros tiempos al papado. Tal empresa la llevaba a cabo mezclando astutamente la fuerza con la maña: engañaba por la espalda. Esta técnica daba mucho resultado, y pudo observar como funcionaba.
Así, los estadistas no podían permitirse el lujo de actuar