Los 7 libros de la diana(fragmento)
Al muy ilustre señor don Joan Castellá de Vilanova, Señor de las baronías de Bicorb y Quesa, Jorge de Montemayor
Aunque no fuera antigua la costumbre, muy Ilustre Señor, de dirigir los autores sus obras a personas de cuyo valor ellas lo recibiesen, lo mucho que vuestra merced merece, así por su antigua casa y esclarecido linaje, como por la gran suerte y valor de su persona, me moviera a mí (y con muy gran causa) a hacer esto. Y puesto caso que el bajo estilo de la obra, y el poco merecimiento del autor de ella no se habían de extender a tanto como es dirigirla a vuestra merced, tampoco tuviera otro remedio sino este para ser en algo tenida; porque las piedras preciosas no reciben tanto valor del nombre que …ver más…
Y después de haber gran rato imaginado, comenzó a decir:
-Por ventura, Alanio, ¿eres tú aquel cuyos ojos nunca ante los míos vi enjutos de lágrimas? ¿Eres tú el que tantas veces a mis pies vi rendido, pidiéndome con razones amorosas la clemencia de que yo por mi mal usé contigo? Dime pastor, y el más falso que se puede imaginar en la vida: ¿es verdad que me querías para cansarte tan presto de quererme? Debías imaginar que no estaba en más olvidarte yo que en saber que era de ti olvidada; que oficio es de hombres que no tratan los amores como deben tratarse, pensar que lo mismo podrán acabar sus damas consigo que ellos han acabado. Aunque otros vienen a tomarlo por remedio, para que en ellas se acreciente el amor; y otros porque los celos, que las más veces fingen, vengan a sujetar a sus damas, de manera que no sepan ni puedan poner los ojos en otra parte; y los más vienen poco a poco a manifestar lo que de antes fingían, por donde más claramente descubren su deslealtad. Y vienen todos estos extremos a resultar en daño de las tristes, que sin mirar los fines de las cosas nos venimos a aficionar, para jamás dejar de quereros, ni vosotros de pagárnoslo tan mal como tú me pagas lo que te quise y quiero. Así que cuál de estos hayas sido no puedo entenderlo. Y no te espantes que en los casos de desamor entienda poco, quien en los de amor está tan ejercitada. Siempre me mostraste gran honestidad en