Libro de carta en carta
Ana María Machado
José es el abuelo de Pepe. Ninguno de los dos sabe leer ni escribir. Aunque es pequeño, Pepe ya debería haber aprendido a hacerlo; pero es que normalmente no va a la escuela, prefiere quedarse en casa ayudando a su abuelo. Un día se enfadan, dejan de hablarse y deciden contarse por carta lo enojados que están. ¿Quién les escribirá esas cartas?
Érase una vez un niño pequeño que vivía en una ciudad pequeña. Me parece que no fue hace mucho tiempo. Ni muy lejos de aquí Y que el niño, en realidad, no era tan pequeño. Pero aún no sabía leer ni escribir; como le pasaba a mucha gente en aquella ciudad, incluso a personas mucho mayores y más viejas que él. La ciudad era antigua y se encontraba a la orilla …ver más…
le diría cuatro cosas, pero sin hablar Le escribiría al viejo una carta bien descarada. Pero no sabía escribir Y tampoco tenía ganas de ir a la escuela para aprender Comenzó a andar por la calle, insultó por lo bajo, dio una patada a una lata vacía que estaba en el suelo, pero la rabia no se le pasó. Siguió caminando, hasta que llegó a la plaza de los Escribidores. Y tuvo una idea. Se acercó a uno de los hombres que esperaba clientes delante de su mesa y le preguntó:
—Buenos días, señor Miguel. ¿Cuánto cuesta escribir una carta? —Bueno, depende del tamaño... —respondió el hombre—. ¿Pero para quién es? —Para mí mismo. Bueno..., es para mandársela a alguien, pero quiero escribirla yo. —¿Y por qué no lo haces? —Todavía no he aprendido. El señor Miguel se quedó mirando a Pepe. Pensó que era muy triste que un niño de su edad no supiera escribir. Los mayores ya no podían aprenden a sus años era muy difícil para ellos, y cuando habían sido niños no todo el mundo en la ciudad podía ir a la escuela. Pero ahora sí era posible. El señor Miguel sabía que así iba a perder los clientes, pero le parecía bueno que los chavales estudiaran. Y le parecía mal que un padre y una madre dejaran faltar a clase a su hijo. Entonces se le ocurrió ponerle una condición y respondió: —A los niños de tu edad no les cobro nada. Pero tienes que hacer una cosa: debes ir a la escuela un día y venir a contarme cómo es, porque tengo muchas ganas de saberlo... Ese será el precio. A Pepe esa condición