Leyendas de tehuacan
Cuenta la señora María de Lourdes López que fue una enfermera que existió cuando el ex convento era en un principio Hospital, le decían “la planchada”, porque su uniforme, bata y cofia estaban sumamente blanco y totalmente rígido, porque las obligaban a que su vestimenta le pusieran almidón. Hasta la fecha, los médicos cuentan que ella se pasea por todos los cuartos, visitando a los enfermos en todos los hospitales.
Muchas personas afirman, que cuando han ido de visita por algún familiar que estaba hospitalizada, veían como una enfermera entraba, pero que después salía, dándose cuenta as tarde que la enfermera que habían visto no trabajaba en aquel hospital
LA EX HACIENDA DE SAN LORENZO
Cuenta la familia Osorio que …ver más…
Cuando el murió cuentan que se desprendía su cuerpo por pedacitos.
EL CHARRO NEGRO
Cuenta la familia Osorio, que en la década de los sesentas existía la leyenda de “El Charro Negro” , este se aparecía en la calle Carmen Serdán, era el lugar d la hortaliza, habían muchos arboles, pero específicamente en la jacaranda se llegaba a aparecer en la madrugada; se dice, que media 1.80m, donde emitía algo caliente, como vapor y se le veían sus ojos rojos y en el momento al pasar junto a el, te seguía con la mirada.
Cuenta la leyenda que tenia una enamorada en la casa de campo la hortaliza, en esa época nadie vivía en aquel lugar y al parecer su enamorada era “La Llorona”.
El señor Melesio Tenorio era una persona que tomaba mucho, pero entre su borrachera y en sus 5 sentidos era muy valiente, a tal grado que llego a retarlo, un día se subió desde lo alto de un pino, y ahí mismo lo retaba y cuando “El Charro Negro”, se apareció, él señor Melesio lo empezó a orinar y desde ese momento dejo de aparecerse “El Charro Negro”.
EL FRAILE
La señora Sara Gonzales cuenta, que en la calle once oriente había dos grandes jacarandas y sobre ellos “El Fraile” se columpiaba, pero no se le veía la cara, este fraile vivió en el Calvario y era dueño desde la cinco sur a la once oriente, la leyenda dice que la Avenida de la Juventud, había un árbol de tempeschitle y debajo