Las cronicas de narnia el leon la bruja y el ropero
Autor: clive, Staples Lewis Título Original: Las Crónicas de Narnia: El León, la Bruja y el Ropero Editorial: Andrés Bello Año de edición: 1993, Barcelona Número de páginas: 234 páginas
Introducción: Clive Staples Lewis es considerado como una de las figuras más interesantes del pensamiento inglés de nuestro siglo. Nació en 1898 y falleció en 1963. Estudió literatura y destacó como crítico y novelista y también por sus escritos morales. Entre 1925 y 1954 y en 1954 fue nombrado profesor en la Universidad de Cambridge, en la cual, hasta su muerte, enseñó literatura inglesa medieval y del Renacimiento. Con un pensamiento moralista y cristiano que intento plasmar en sus libros. …ver más…
Este personaje es un punto de unión de ambos universos. Los animales también existen en los dos mundos pero el hecho de que hablen en Narnia los vuelve fantásticos. Además sólo les hablan a los chicos lo cuál muestra que esta sólo ocurre en la infancia, como parte de ese juego constante que los caracteriza.
Ideas Temáticas de los Capítulos:
CAPITULO I LUCÍ INVESTIGA EL ROPERO Cuentan en que 4 niños fueron extraídos de la segunda guerra mundial hacia la casa de un profesor. Estos niños eran Peter, Susan, Edmund y Lucí. Los niños buscando nuevas aventuras, empiezan a investigar la casa pieza por pieza hasta que llegan a una en la cual existe un sucio ropero. Lucí lo investigó y se da cuenta que estaba llenos de abrigos de pieles. Llego hasta el fondo de este y sintió mucho frío. Era otro mundo, vio nieve y una luz de un farol y más allá un bosque. Se dirigió al bosque y sintió unos pasos. Era un hombre raro que tenias patas de cabra. Era un Fauno que llevaba muchos paquetes. Apenas este vio a Lucí, los paquetes rodaron al suelo. CAPITULO II LO QUE LUCÍ ENCONTRO ALLÍ El Fauno se llamaba Tummus quien se le presenta a Lucí. Tummus pregunta a Lucí si es una hija de Eva y ella muy confundida dice que sí. Tummus amablemente invita a tomar once a Lucí. El Fauno saca una extraña flauta y empieza a tocar. Lucí sintió ganas de llorar, bailar y