Con el llamado a librarse de 300 años de dominio español, el 16 de Septiembre de 1810, el sacerdote criollo Miguel Hidalgo y Costilla, encendió la mecha de una sangrienta revolución libertaria. El primer caudillo de la Insurgencia hizo una aparición efímera y trágica, con su grito fundacional de “Viva la Virgen de Guadalupe, mueran los gachupines”, se convirtió en el héroe tutelar del panteón nacional mexicano, en el PADRE DE LA PATRÍA.
El cura Hidalgo, con la edad de 57 años, arengó a sus fieles de Dolores, Guanajuato, convocándolos a levantarse para defender con las armas la religión que amenazaban los franceses.
Hidalgo tuvo la idea de extraer la imagen de la Virgen de Guadalupe y blandirla como pendón de lucha, así atrajo a sus …ver más…

En su conciencia no había duda, acaudillaba una guerra justa y convertiría la caridad en libertad.
Los hombres de Hidalgo defendían la religión de los herejes franceses, aquella era una guerra contra el demonio a favor de Dios y con la ayuda de la Virgen de Guadalupe.
Por primera vez, el fuego de la artillería realista sembró pánico a los indios, quienes en su desesperación querían tapar la boca de los cañones con sus sombreros de paja.
Sin saberlo, al reusarse a arrasar la ciudad de México, Miguel Hidalgo, marcaría a la postre el principio de su caída.
Hidalgo se hacía tratar como soberano, daba empleos, vivía rodeado de guardias y había concedido que se le diera el título de alteza serenísima, Guadalajara era como su Francia chiquita e Hidalgo el Rey sol. Pero el sacerdote/rey podía ser bueno con unos y terrible con otros.
Hidalgo atrajo Gachupines ofreciéndoles seguridad de varios rumbos y los concentró en los colegios de San Juan y el seminario, cuando se supo el verdadero propósito de la concentración: la ejecución por degüello, el propio Ignacio Allende, el segundo al mando, consideró la posibilidad de envenenar al “cabrón” del cura, como lo llamaba.
No pudo evitar el mes de matanzas que comenzó el 12 de Diciembre, el día de la virgen de Guadalupe y culminó el 13 de Enero de 1811.
Hidalgo, aceptó que en la matanza