La noche del 15 de septiembre
Manuel Payno
Era la noche del 15 de septiembre de 1810. Los habitantes del pueblo de Dolores descansaban tranquilos y descuidados en brazos del sueño. Nada parecía turbar la monotonía no interrumpida durante doscientos y pico de años. Se observaba, sin embargo, una que otra ventana o puerta iluminada; pero poco a poco fueron extinguiéndose las luces, los perros se echaron a reposar, y todo quedó obscuro y silencioso, excepto el pequeño postigo de una casa situada en una calle próxima a la iglesia, donde se percibía la tenue claridad de una bujía.
El cuarto o alcoba de donde salía la luz era de un tamaño regular, y adornado de una manera que, en los tiempos de que vamos hablando, no dejaba de ser extraña. …ver más…
-La cosa es muy sencilla. La esposa del señor Domínguez que, como usted sabe, es una señora entusiasta por la libertad y generosa, y... vamos, llena de virtudes, me llamó para decirme que importaba que yo mismo pusiera en conocimiento de usted todas las noticias; o de lo contrario, la patria se perdía y usted, señor cura, sería fusilado...
-Amigo mío, cuando hay corazones tan nobles es menester confiar en que triunfará la buena causa: continúe usted.
-Yo que conocí todo lo que importaba que usted supiera las cosas, prometí a la señora, a fe de hombre, que sería cumplido su encargo. No tenía caballo, no tenía armas, no tenía dinero; así es que me salí como un loco a vagar por las calles, pensando cómo vencer tanta dificultad. Estaba a punto de llorar como un muchacho, cuando observé que un indio se apeó en la puerta de una barbería con el fin de rasurarse y cortarse el pelo. Dios quiso que el barbero cerrara su puerta; entonces, con mucho cuidado tomé el cabestro, me monté en el caballo y eché a correr, y no he parado hasta aquí. ¡Pobre animal! Veinticuatro leguas ha caminado sin tomar resuello. Con que ya que sabe usted todo, es menester que huya usted, que se oculte, que...
-¡Bobada! – contestó el cura dejando asomar a sus labios una sardónica sonrisa.
-¿Cómo?... ¿Qué piensa usted hacer entonces?
-Aprovechar el generoso aviso de usted y obrar con energía.
-Señor, está usted loco...
-Estoy más cuerdo de lo