La muerte asistida
En la carretera, aproximando 20 minutos antes de nuestro arribo a los Arbolitos de Navidad, se pudo comenzar a divisar mientras avanzábamos y la temperatura bajaba mas, en ambos lados de la carretera una espesa niebla que aparentemente rodeaba al autobús y no permitía ver mas allá de treinta metros de distancia, pues la vista era limitada por el follaje de los árboles y la vasta amplitud de grandes áreas de cultivo y cosecha envueltas por la niebla que obstruía nuestro campo de visión.
Se perdía la vista en la grisácea niebla que nos cubría, y así continuo parte de la mañana hasta el arribo a los baños, al haber continuado en la travesía, y avanzado un poco las horas del día, comenzó a hacer menos frio