La mirada inocente
LA MIRADA INOCENTE
Jean Klein
La Mirada Inocente, Jean Klein
PROLOGO Parece razonable pensar que el prólogo a un texto de quien, como Jean Klein, es escasamente conocido en nuestro país, debería comenzar por recoger las habituales referencias biográficas al uso. En una ocasión, alguien le formuló la pregunta: ¿Quién eres tú, Jean Klein? A lo que el maestro, con la precisión y austeridad de lenguaje que le caracterizan, respondió: Nadie . Así pues, esta respuesta nos exime de la tarea por otra parte, dudosamente útil de concatenar las citadas referencias, pues quien no es nadie, obviamente, carece de biografía. En cualquier caso, habría que señalar que …ver más…
Es casi innecesario señalar que tales contradicciones no van más allá de la apariencia, estando motivadas en ocasiones por el carácter individual y específico de su destinatario no a todos tiene por qué convenir idéntica enseñanza o por las limitaciones inherentes a la propia estructura del lenguaje. Desde una perspectiva más sintética que analítica, tales diferencias, cobrando su verdadero valor, se integran armónicamente en una síntesis unitaria. Ante una respuesta que surge del Silencio y apunta hacia el Silencio, vano será tratar de encerrarla en el estrecho marco de los esquemas conceptuales propios de la razón discursiva. Las palabras de Klein no deben ser interpretadas ni almacenadas en el depósito sin fondo de la memoria, sino escuchadas, escuchadas desde el silencio de la meditación. Puede por tanto decirse que no es este un libro para ser leído, en el sentido habitual de la palabra, sino más bien para servir de soporte a la meditación. La enseñanza de Klein es de orden esencialmente práctico; es un maestro que muestra al que escucha la perspectiva justa en el instante único del presente, proyectando, por decirlo así, una
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La Mirada Inocente, Jean Klein
corriente energética que, adecuadamente recibida, se transformará en silencio en su interior. La voz de Klein es la voz del Silencio. Escuchemos.
CRET-BERARD Hay que admitir en la práctica la posibilidad de una conciencia sin objeto. Por lo