La educacion en puerto rico
En el 1770 mediante el directorio de Muesas se decretó oficialmente la integración racial en las escuelas públicas de Puerto Rico. En el 1779, el Cabildo de San Juan se encargó de abrir, por primera vez, una escuela para niñas. También el Cabildo de San Germán, se ocupó de la educación pública a partir del 1797. Hay que mencionar que unas de las mayores dificultades para aquel entonces para el desarrollo de la educación en Puerto Rico fue el gran ausentismo, dado que los estudiantes vivían lejos de los centros donde se ofrecían las clases, situación que continuó durante los próximos siglos, pues la mayoría “vivía a una distancia de dos o tres leguas”. El gobernador de la isla, don Toribio Montes, en el 1805, estableció el decreto del 17 de septiembre, parecido al de Muesas, que decía que todos los niños de edad escolar debían ir a la escuela. También hace referencia a la necesidad de crear escuelas públicas para niñas. Más adelante Don Miguel de la Torre echó abajo todos los esfuerzos de Montes. En el 1810, el ilustre y bien querido maestro Rafael Cordero, abrió en San Germán donde residía una pequeña escuela para niños negros, mulatos y pobres. Su labor continuó al regresar a su ciudad natal, San Juan, donde estableció una escuela en una casa en la Calle Luna. Su fama de buen educador provocó que estudiantes de todas las clases sociales asistieran a su aula. Fueron sus discípulos los líderes políticos y culturales Román Baldorioty de Castro, José Julián Acosta