La educacion
El aspecto más llamativo es la prolongación de la duración del período de dependencia de los adultos. La introducción de la escolaridad obligatoria en el siglo XIX y la prohibición del trabajo infantil (Delval, 1990), así como leyes que limitan el poder de los padres sobre los hijos, prolongan la permanencia del joven en la familia, lo que retrasa el momento de incorporación a la sociedad adulta y la hace más difícil. Pero algunos autores han insistido sobre el carácter universal de la adolescencia. Norman Kiell (1964), en un libro que lleva por título La experiencia universal de la adolescencia, ha recogido infinidad de testimonios literarios sobre la adolescencia, basados en recuerdos autobiográficos, diarios y cartas, producidos en épocas muy diversas, tratando de mostrar que los fenómenos que consideramos típicos de la adolescencia han estado presentes siempre y no son de hoy. Acepta las ideas de Ausubel (1954), quien escribía: La adolescencia es un estadio diferenciado en el desarrollo de la personalidad, dependiente de cambios significativos en el estatus biosocial del niño. Como un resultado de estos cambios, que suponen una discontinuidad con las condiciones de crecimiento biosocial anteriores, se requieren extensas reorganizaciones de la estructura de la personalidad. Nuestra tesis es que estos procesos de