La celestina
Éste verbo latino, que en la mayoría de los textos es traducido por “decir”, ha sido causante de muchas dudas y confusiones sobre su origen, algunos postulan que viene de una raíz germánica, “-sek-” que significa “seguir”, y tal vez, en su origen, “ver, notar”. Su rareza también radica en que es un verbo carente de la mayoría de las formas verbales que poseen los verbos latinos, entra en la categoría de verbos defectivos. Se encuentra sobre todo en formas singulares, destacando la primera del singular, de la cual los estudiosos suponen que se trata de un optativo antiguo, por la desinencia en –am, pero aun así, en los diccionarios encontramos que es un indicativo. Cicerón usaba mucho este verbo para entrar en diálogos, algo que