La Factura
Ellos, por evitar recibir facturas como la que recibió María, huían de sus viviendas a otras iguales, y en algunos casos, se suicidaban. Al presentarse en las oficinas de la agencia de electricidad, un empleado le advirtió que el contador del propietario no marcaba nada. También le dijo que Henry, quien era un hombre rico, era amigo de un ministro. Este le aconsejo a María que se mudara. María busco viviendas en agencias de alquiler pero no encontraba nada. Además, le pedían la hoja de paga de su trabajo, y ella estaba desempleada. Solo se mantenía con lo poco que su familia le enviaba. María se encontraba atrapada, no tenia con que pagar ni tan poco encontraba donde mudarse. Consulto su situación con un amigo que trabajaba de velador, que también le aconsejo que se mudara sin pagar, pero María no encontraba solución en esto, puesto que la factura la seguiría donde fuera por ser del Estado. Cuando María regreso a su estudio se dio cuenta que Henry había entrado en su ausencia. La semana entrante, llegaron unos inspectores a investigar y afirmaron que todo estaba correcto aunque ella trato de explicar lo contrario. Al día siguiente le llego un aviso anunciando que le cortarían la electricidad. A María le quedaban veinticuatro horas para reunir el dinero necesario y pagar la deuda. Decidió que se iría del estudio y se preguntaba cómo hacerlo sin que Henry se diera