LA PONDERACION DE LA FRECUENCIAS EN LA CONDUCTA
La evaluación de desempeño por competencias implica analizar/evaluar las competencias de una persona dentro del periodo evaluado. Por lo tanto se deberá comparar una conducta con la correspondiente definición de la competencia en esa compañía en particular.
En este esquema de evaluación de desempeño, el evaluador deberá valorar la eficiencia del evaluado en distintos aspectos, en condiciones normales de trabajo. Es decir en su día a día.
Para una mayor efectividad del sistema, se sugiere una segunda valoración o apreciación sobre la conducta o el comportamiento del evaluado, que también se realiza sobre las mismas competencias, pero en condiciones especiales. Por ejemplo: estrés, plazos …ver más…
En este método se pondera la frecuencia según la frecuencia, por lo tanto, el evaluador debe responder a la pregunta sobre si ese comportamiento o conducta se produce, siempre, frecuente, ocurre la mitad del tiempo o es ocasional.
Siempre | El evaluado manifiesta siempre la conducta tal cual se describe en el grado seleccionado de la competencia según el diccionario de competencia utilizado | 100% |
Frecuente | El evaluado manifiesta en el mayor número de los casos la conducta tal cual se describe en el grado seleccionado | 75% |
La mitad del tiempo | El evaluado manifiesta en la mitad de las ocasiones la conducta tal cual se la describe en el grado seleccionado | 50% |
Ocasional | El evaluado manifiesta solo en ocasiones la conducta tal cual se describe en el grado seleccionado | 25% |
Este método tiene aspectos favorables y como contrapartida requiere mayor tiempo de procesamiento, por lo cual, aumenta su coste.
Entre los aspectos favorables que se mencionan, es la posibilidad de ofrecer al evaluador una mejor manera para evaluar, para observar las conductas del evaluado. Es frecuente que los evaluadores recuerden momentos críticos, tanto buenos como malos, y sobre esa base determinan el grado correspondiente de la conducta.
Al introducir el concepto de la frecuencia, se obliga a “pensar dos veces”. Primero al seleccionar el grado, y en segundo término, al ubicar la