Ira" Ricardo Garibay Lectura
1455 palabras
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IraRicardo Garibay
Se sentó en la orilla de la cama, y sin dejar de ver la televisión, dijo: -Bueno, pues, un cuento... -El de Pulgarcito no -dijo Ira.
-El de Pulgarcito no... Tonces... Se ve entero el Famoso, fíjate, hasta contento ¡bien! va a dar un peleyón...
-¿Quién? -preguntó Ira.
-El Famoso Gómez, mira, ése del calzón blanco; Olivares el otro, es buenísimo, es el clásico Olivares, pero esta noche yo creo que el Famoso ¿quieres ver la pelea?
-No, quiero un cuento. Apaga la tele.
-No, no apago nada, te cuento el cuento pero veo la pelea. -Bueno -dijo Ira. Se ladeó, y cerrando los ojos comenzó a pasarse la sedita por la cara. La sedita era una hilacha de jersey.
-Vaya, parece que se va a dormir.
-iPelearaaaán doooce …ver más…
-No no, ya vete durmiendo... pues... cuando vio al lobito la Caperuza corrió y se comió al abuelo del lobito, y el lobo viejecito aullaba en la panza de la Caperuza...
-Más -dijo Ira, destorciendo su brazo.
-Más qué.
-La Caperuza era más mala, mordió al lobo viejito.
-Sí sí, claro, lo mordió y lo arañó y le dio unas cuantas patadas.
-Sí -dijo Ira sonriendo, asintiendo. -Me pica -dijo.
-Sí sí. ¿Qué te pica!
-Un alfiler en mi piyama, acá atrás -sin abrir los ojos, bostezando Ira indicó su espalda. Otro gran bostezo.
-Ahora sí se está durmiendo, hay que quitarle el maldito alfiler ¿a quién se le ocurre? -¿Y le dio de patadas? -preguntó dificultosamente la niña.
-¡Dos...! ¡Tres...! ¡Cuatro...! -gritaba el réferi.
-Cómo. A qué horas. ¡Chin! Por estar con el alfiler y contando la tontería. ¡Me lleva a mí! ¿Quién es? ¡Olivares! ¡Olivares en la lona! ¡Leñé!
-¡Sieteee! -se levantó Olivares piernas de chicle, se le iba encima el Famoso, sonó la campana, se les arrojó el réferi abrazándolos. Cámara sobre el Famoso Gómez: la cara destrozada, un pómulo en flor, un hachazo en la ceja izquierda, la boca reventada. Colodión. Hielo. Sales.
-Todo en el tercer raund. Lo tiró pero por poco lo matan y yo con la Caperuza, no sé qué me pasó, en el minuto este a ver si se duerme, cuéntale rápido...Y entonces la Caperuza se metió bajo las sábanas y el lobito con su canastita tapada con una servilletita muy blanca venía