Indigenas incas
El Imperio Incaico y su división política.
Uno de los libros cumbres de la literatura colonial es el titulado Comentarios reales de los Incas, escrito por Inca Garcilaso de la Vega (1539-1616), historiador mestizo, hijo de español y de india, descendiente de los Incas. Su libro es un cuadro admirable de la civilización de los Incas y de la dramática conquista del Perú y fue escrito en España en 1609. En esta obra la Historia parece convertida en poema impregnado de nostalgia. En su autor se fusionan las dos herencias y tradiciones: indígena y española. De la primera se transparenta la tristeza india que tanto impresionó al conquistador y el conocimiento directo y …ver más…
Llamaban ley común a la que mandaba que los indios acudiesen en común a hacer y trabajar en las cosas de la república, como era edificar los templos y las casas de los reyes o de los señores, y labrar sus tierras, hacer puentes, aderezar los caminos y otras cosas semejantes. Llamaban ley de hermandad a la que mandaba que todos los vecinos de cada pueblo se ayudasen unos a otros a barbechar y a sembrar y coger sus cosechas y a labrar sus casas y otras cosas de esta suerte, y que fuesen sin llevar paga ninguna. Tuvieron ley sobre el gasto ordinario, que les prohibía el fausto en los vestidos ordinarios y las cosas, preciosas como el oro y la plata y las piedras finas..., y mandaba que dos o tres veces al mes comiesen juntos los vecinos de cada pueblo, delante de sus curacas, y se ejercitasen en juegos militares o populares para que se reconciliasen los ánimos y guardasen perpetua paz... La ley en favor de los que llamaban pobres, la cual mandaba que los ciegos, mudos y cojos, los tullidos, los viejos y viejas decrépitos, los enfermos de larga enfermedad y otros impedidos que no podían labrar sus tierras, para vestir y comer por sus manos y trabajo, los alimentasen de los depósitos públicos ... para lo cual tenían casas públicas que llamaban corpahuaci, que es casa de hospederías, donde les daban gracia y de balde todo lo necesario ... Otra ley llamaban casera. Contenía dos cosas: la primera, que ninguno estuviese ocioso, por lo cual, aún los niños de cinco años ocupaban