Camila Ramírez
Mayo 4, 2012

Texto Argumentativo #3 – Humanismo

El humanismo, también conocido como la tercera fuerza, es la nueva escuela de la psicología que surgió durante el siglo XX, principalmente, en reacción al conductismo y al psicoanálisis. Con respecto al conductismo, esta nueva escuela no comparte ninguno de sus ideales, mientras que sí lo hace con el psicoanálisis, pues con este se comparte una de sus explicaciones a la hora de resolver conflictos internos de una persona (procesos de represión del pasado). No obstante, se piensa que este ideal no es suficiente ni principal en esta nueva alternativa de terapia. Es por este motivo que en el siguiente texto se demostrará que la terapia humanista logra que el paciente …ver más…

115-120). Finalmente, para tener una mayor certeza de las conclusiones, se puede consultar un grupo de expertos confiable y así obtener una aceptación de estas por consenso general. Así pues se aclara que no hay un único método de estudio para el humanismo, cada terapia se desarrolla a partir del marco de referencia que el paciente revele y de la empatía que el terapeuta logre establecer durante el diálogo. Como se mencionó anteriormente, es sumamente importante que durante la psicoterapia se cumplan ciertos criterios para incitar al paciente a revelar sus actitudes y pensamientos que han sido negados por sí mismo (Rogers, 1946. 417) y le generan un conflicto interno. En primer lugar, el terapeuta debe tener claro que el paciente es responsable de sí mismo ya que tiene la capacidad de controlar sus emociones; al mismo tiempo, debe haber un respeto incondicional por el marco de referencia del paciente y con ello lograr una empatía mutua en la que el terapeuta intente entender lo que se le está exponiendo para luego poder “transcribirlo” y hacer que el paciente lo comprenda también. Otra necesidad básica es la autenticidad del terapeuta la cual le permite expresar sus opiniones de una manera muy sutil y sin juzgar al paciente. Así pues al unir las anteriores características se crea un ambiente cálido que le permite al paciente sentirse libre y cómodo para expresar cualquier tipo de actitud o emoción que sienta dentro de él (Rogers, 1946.