Habilidades del pensador critico
Una tarde, en el pequeño pueblo de “El Idilio”, el dentista Rubicundo Loachamin, se encontraba atendiendo a sus paciente en su “consulta”, que era solamente un antiguo sillón de peluquero que estaba ubicado al aire libre, cerca de el muelle donde estaba el “Sucre”, la embarcación que navegaba por el río Nangaritza y que traía al pueblo cerveza, sal, aguardiente Frontera, gas y al doctor Loachamin, este iba solo dos veces por año a el Idilio. Rubicundo Loachamin era de un carácter muy fuerte, y cada ves que un paciente se quejaba, este lo hacía callar con sus retos y le decía que el Gobierno tenía la culpa de que sus dientes estén podridos, el dentista odiaba a todojiji lo que le sonara autoridad, ya que heredó se su …ver más…
Antonio José Bolívar entró en escena diciéndole al alcalde que estaba equivocado ya que la herida era de cuatro tajos abiertos en fila, o sea que no pudieron haberlo matado los shuar porque no existen machetes de cuatro hojas, además el muerto tenía orina de tigre hembra así que un tigre fue lo que lo habría matado. Rubicundo Loachamín revisó el bolso del cadáver y encontró cinco pieles de cachorros de tigre, o sea, la hembra lo mató por haber cazado a sus crías. El alcalde no respondió nada y se fue a escribir un parte en el puesto policial de El Dorado. El viejo y el dentista se fueron a sentar frente al río mientras Loachamín le entregaba dos libros de amor, de sufrimiento, tristes y con finales felices, ya que esas eran las preferencias del vejete. Las campanadas del “Sucre” anunciaba la partida del dentista. El anciano permaneció en el muelle mientras apretaba los libros contra su pecho, al desaparecer el barco tragado por una curva del río, este se dirigió hacia su choza.
Tercer Capítulo.
Antonio José Bolívar Proaño sabía leer a duras penas con la ayuda de una lupa, la segunda cosa más querida para él, después de la dentadura, pero no sabía