Ensayo sobre la guerra de la mercadotecnia
Si llegara mi llanto hasta la hoja donde temblando está la mano mía, para poder decirte mis congojas, con lágrimas la carta escribiría.
Mas si el llanto es tan claro que no pinta y hay que usar otra tinta más obscura, la negra escogeré porque es la tinta donde más se refleja mi amargura.
Aunque yo soy para soñar esquiva, sé que para soñar nací despierta.
Me he sentido morir y aún estoy viva; tengo ansias de vivir y ya estoy muerta.
Son las 4:30 p. m. La tarde fresca se mece afuera, ignorando por completo que existe alguien que la admira...
Cariño mío:
Desde que te amo y, a la …ver más…
Lloré mucho esa noche y no porque fuera inmadura, sino porque me enfrentaba a la posible pérdida de toda una vida que disfrutaba y amaba, sobre todo ahora que se había visto enormemente enriquecida por ti.
Lloré tanto aquella noche que me desmayé y tuve otro acceso respiratorio, como el de hoy. Mi padre, al enterarse de que mamá me había dicho la verdad, enloqueció de furia. Riñeron. Se insultaron los dos, se gritaron por mi causa. Me asusté tanto que tuve miedo de que se separaran. No le mentí a nadie, Carlos; lo de los problemas entre mis papás era cierto.
Comenzaron a realizarme estudios neurológicos muy complicados. Con frecuencia me dolía la cabeza y me desmayaba. Por eso falté tanto a clases. Me aislé de mis amigas y te rechacé a ti, ¿verdad que me entiendes?, me hundí en el silencio de mis pensamientos tratando de hallar la forma de demostrarte mi inmenso amor sin que te ocasionara sufrimientos después... Te necesitaba, Carlos, por eso cuando me hablabas de tu cariño procuraba no mirarte a la cara, tenia miedo de delatarte con los ojos lo que sentía con tanta intensidad.
Los desacuerdo no terminaron en casa y cada vez se hacía más tirante la relación entre mis padres. Estoy segura de que mucho influyó también el dolor, el desequilibrio emocional surgido de saber que tal vez