Ensayo sobre “La vida de los estudiantes” (Walter Benjamín)
Vivimos en una sociedad de consumo, también tenemos una universidad que lucha, actualmente, por la salida de estudiantes profesionalizados.
Entonces, la universidad no es una isla, ni tampoco es la ventana de los iluminados, como muchos quieren hacernos creer. Para argumentar lo dicho, basta sólo hablar con los estudiantes y escuchar cuáles son los reclamos mayoritarios. Vamos a dividir estos reclamos en dos grupos de temas, intereses y expectativas.
¿Qué piden los estudiantes del primer grupo? Becas, fotocopias más baratas, comedores estudiantiles, etc. Estos reclamos nos parecen reclamos justificados, pero no prioritarios dentro de la institución académica. Por parte del segundo grupo, se escucha en la universidad que hay materias coladores, que en algunas materias te dan mucho para estudiar, que hay profesores “cuchillas”, que hay materias que no sirven para nada, que es necesaria más práctica.
Sumando ambos grupos, podríamos afirmar que la universidad que queremos los estudiantes, se asemeja notablemente a una escuela, a veces primaria, y que, además, siempre hay pedagogos bien predispuestos a tratar de infantes a los jóvenes.
Recordemos lo dicho por Benjamín al comienzo de este ensayo y comparémoslo con los actuales reclamos del claustro estudiantil. Y agreguémosle lo siguiente: la universidad debe fundar una comunidad de hombres que buscan el conocimiento, en lugar de una corporación de individuos habilitados para