Ensayo de hidalgo del parral chihuahua
834 palabras
4 páginas
Salía otra vez a la arena y volvía a ser Odette. Por el momento, bailaba sin presión, descansando en su sólida perfección. Se deslizaba con los ojos cerrados, sintiendo cada movimiento; solo la inercia de la pereza la privaba de volar. Sentía esa soledad que la hacia única. Esa soledad que solo se rompía con las notas de Tchaikovski. Sentía las vibraciones de los cisnes, los maravillosos cisnes, y podía guiarse sólo por ese divino radar de arte. Pero la majestuosa compañía de abajo cambiaba el rumbo de su sonar y Odile no aparecía. Dios sabe dónde se encontraba. Abrió los ojos. Las notas la perseguían, la acechaban, ansiando un error. Su única arma era Odette, firme en su forma, que siempre la guiaría con altura. Pero aquella