Ensayo dar para recibir
Bob Burg-John Mann
El libro Dar para recibir es muy interesante, expone al lector un camino al éxito con una mentalidad menos lucrativa y una actitud mas generosa para con los demás. El personaje Joe puede representar a cualquier persona que esté buscando éxito, ya que en Estados Unidos se usa el nombre Joe como una persona no muy importante o destacada. Joe al buscar tener mas influencia y conseguir una cuenta que el nombró Gran Kahuna. Al perder un cliente que pensó que no tenía la capacidad de administrar su cuenta, Joe trató conseguir a alguien con influencia que podría generar una cuenta grande que le podría cumplir con la meta de ese trimestre. Consiguió el número de un asesor de empresas y orador principal en …ver más…
Fue la primera ley que aplicó fuera de su vida laboral. En el día jueves Píndaro llevó a Joe a un discurso de ventas en donde la oradora se llamaba Debra Davenport. Joe se dio cuenta del poder que Debra tenía sobre el público y al terminar el discurso supo que era por la ley expuesta (LEY DE LA AUTENTICIDAD): Lo más valioso que puedes darle a los demás es a ti mismo. Esta ley se refiere a no tratar aparentar alguien que no eres, el reconocer que todos valen mucho en las personas que son, y que el presentar la imagen de tu persona lo mejor posible te da una atracción especial, siendo tú la persona quien aspira al éxito. Porque todos tienen algo especial que el mundo no conoce. Cuando llegó el viernes, Joe estaba bien emocionado por conocer al invitado quien le hablaría de la quinta ley. Después de una larga plática con Píndaro, Joe terminó siendo ese invitado y el solo se expuso la última ley (LEY DE LA RECEPTIVIDAD): La clave para dar eficazmente en estar abiertos a recibir. Lo único que realmente hace efectivo estas cinco leyes es la naturaleza de que al dar, vas a recibir, y si no estas abierto a recibir, no vas a disfrutar lo que es consecuencia de dar. Después de esto Joe estaba reflexionando mucho en las leyes. Cabe mencionar que a través del libro la asistente de Píndaro, Rachel, sabía hacer