LA ZARPA JOSÉ EMILIO PACHECO

Este cuento me gustó mucho porque es algo que a todos nos pasa. Envidiamos cosas o aspectos físicos que a veces ni sentido tienen. Es por eso que este cuento es de la corriente literaria del realismo, ya que, utiliza un conflicto de la vida cotidiana para darnos cuenta o ayudarnos a reflexionar que al final todo vuelve a su origen.

Corre el año de 1971. Zenobia era fea, gorda, bruta, antipática, grosera, díscola, malgeniosa. Como ella decía.
En una confesión le cuenta a un Padre todo lo que ella ha pasado y de cómo la vida la ha tratado. Entre sus divagaciones le dice al padre que ya nada era como antes, cuando México era una ciudad …ver más…

Ese cuerpo maravilloso, esa cara, esas piernas, esos ojos, ese cabello, se perdieron para siempre en un tonel de manteca, bolsas, manchas, arrugas, papadas, várices, canas, maquillaje, colorete, rímel, dientes falsos, pestañas postizas, lentes de fondo de botella.
Se apresuró a besarla y abrazarla. Por fin había acabado lo que las separó. Ya no sería la amiga fea de la bella Rosalba. Ahora serían iguales. La vejez las ha hecho iguales.
El narrador de este cuento es intradiegetico protagonista, ya que, Zenobia, la fea la gorda, bruta, antipática, grosera, malgeniosa. Cuenta todo lo que le ocurrió desde la infancia con su amiga Rosalba, su antagonista. Que siempre fue la más linda, graciosa, inteligente, la que le caía bien a todos. El padre a quien Zenobia le cuenta todo es un incidental, nunca habla, nunca opina, pero era el único en quien ella confiaba. Su madre también fue incidental. Apoyando a Zenobia, diciéndole el sufrimiento de las mujeres bellas, para darle ánimos a su hija.
Fue en la ciudad de México en el año 1971. Un escenario monstruoso para Zenobia. Para mí una ciudad que apenas avanzaba donde las películas eran a blanco y negro. La gente elegante con colores tristes.
El autor me transmitía desesperación de una mujer que no encontraba su razón de ser. Su falta de autoestima que llego a tal grado de odiar a su mejor amiga. A echarle la culpa de haberla hundido, de arruinarle la vida,