¿EL ESPIRITU HUMANO O LA FE?
En esta imagen podemos apreciar una imagen muy hermosa de la grandes maravillas que tiene nuestro amado continente Sudamérica, la grandiosa Cordillera de los Andes, pero lo hermoso, de estos “grandes colmillos blancos”, esconde un gran reto de estar ahí, solo, sin nada de civilización, porque lo único que encontraras es más y más colmillos blancos con sabor de frio de la muerte… como los jóvenes uruguayos de lo hermoso que veían al volar por arriba, para que después de unos minutos estar en la pesadilla que todos querían despertar…
“¡VIVEN!” es la palabra con la que el mundo recibió la noticia de la supervivencia de 16 jóvenes uruguayos de un equipo de Rugby cuyas edades oscilaban los 20 años, que viajaban a …ver más…

El jugador ROBERTO CANESSA, era un estudiante de medicina del 2do año y también tuvo un papel muy importante en ayudar a las personas, no quedarse con las manos cruzados, pero como fue contagiosa esa esperanza que debían de haber tenido todos hasta el final, tenía que haber uno, reaccionar y tomar las cosas en serio, tomar decisiones, pues todos estaban desmotivados y estaban perdiendo la Fe.
Llego un momento, que después de haber recibido un golpe en la cabeza y estado en coma por unos días sale la persona que fue parte importante, y como se debe de nombrar, LIDER que cuando vio que todo se caía poco a poco, cambio el rumbo del destino. El joven que describo es FERNANDO PARRADO pero todos le decían NANDO, al despertar ve la situación en que estaban, no lo podía creer su mama falleció y su hermana estaba grave, podría haber perdido la esperanza, pero no se logró vencer por las situaciones y fue la fórmula de la supervivencia. Él tuvo la gran decisión que no estaba perdido, que tenían que sobrevivir, haciendo cosas extremas, la parte que nadie podría imaginar y relataron: El día llegó cuando no teníamos qué comer y alguien dijo que en la última cena Cristo repartió su cuerpo y su sangre, y con eso indicó que teníamos que hacer lo mismo: tomar su cuerpo y su sangre encarnada en nuestros amigos que fallecieron (…). Era una comunión personal para cada uno de nosotros. Es lo que nos ayudó a seguir vivos”. Uno de los mayores tabúes había sido roto y hecho