El matadero, la refalosa y maestras argentinas
1426 palabras
6 páginas
INTRODUCCIÓN: Mediante este informe intentaremos demostrar la relación entre los cuentos “EL MATADERO” de Esteban Echeverría , “LA REFALOSA” de Hilario Ascasubi y “MAESTRAS ARGENTINAS” de Clara Dezcurra y Fontana Rosa, utilizando algunos contextos históricos como : civilización y barbarie, torturas, lugar físico donde transcurren los hechos narrados y romanticismo.
DESARROLLO:
“El matadero”: Se ubica en los años 183... durante el gobierno de Rosas, el cuento se basa en la descripción de la sociedad en la época, comienza con la descripción de un gran diluvio que duró 15 días, esto afectó la economía del país causando una crisis y la imposibilidad de utilizar el matadero en este período de tiempo, por lo que hubo falta de carne. Esta …ver más…
Por ejemplo: * “¿Por qué no traes divisa? * Porque no quiero * ¿No sabes que lo manda el Restaurador? * La librea es para vosotros, esclavos, no para los hombres libres”
“La refalosa”:
Trata sobre la amenaza de un mazarquero y degollador rosista dirigida hacia un gaucho que es opositor a Rosas. El cuento relata las torturas utilizadas por los federales para lograr a la fuerza la adhesión al gobierno: lo ataban de pies y manos, lo ponían en cuatro patas, le cortan el pescuezo que produce la salida de sangre, entonces lo sueltan provocando que al intentar levantarse se patine y caiga con su misma sangre; luego le cortan los pies, las orejas, las patillas y las cejas dejándolo pelado. Por último, lo dejan abandonado para que sea comido por un animal como el chancho.
El unitario no tiene palabra pero sí tiene voz, ya que grita, llora, se queja, se revuelca, saca la lengua, “refala”, se estira. La única frase que emite el torturado es: “Viva la Federación”.
En “La Refalosa” se muestra el placer del torturador:
“¡Qué jarana! nos reímos de buena gana y muy mucho de ver que hasta les da chucho”.
Y también se muestra el dolor del torturado:
“Larga sangre que es un gusto, y del susto entra a revolver los ojos”.
“Maestras argentinas”:
En 1840, Clara Dezcurra envió una carta a su compañera de promoción contándole que iba a cambiar la composición de “Viaje en derredor de mi pupitre”