El malestar docente: jose antonio lara peinado
Se acostumbra a decir que a los poderosos no les interesa un pueblo educado, pues ello significa un pueblo rebelde, consciente. Más, en la actualidad esa afirmación no responde totalmente a la realidad ya que el desarrollo que han alcanzado los procesos productivos demandan mano de obra que cumpla ciertas características.
La tecnología, especialmente el desarrollo de la robótica aplicada a los procesos productivos, supone profundos cambios. Así, la mano de obra que antes se exigía apenas sepa leer y escribir para que entienda la actividad a realizar, tiende a desaparecer reemplazada por máquinas y robots capaces de realizar actividades relativamente simples. Ahora, los seres humanos en la fábrica deben realizar actividades difíciles que demandan algún nivel de “experticia” que no es más que el dominio profundo de un proceso complejo que debe resolverse a tiempo y con alto grado de eficiencia y eficacia.
Así las cosas la educación, como proveedora de mano de obra, debe capacitar a la gente para cumplir las demandas de los procesos productivos. Desde su infancia las personas deben ser eficientes aprendiendo y eficaces demostrando sus conocimientos, se van adaptando a lo que se espera de ellos. Vale decir la formación requerida es más exigente que la simple lectura y escritura, la persona debe salir al mercado laboral con ciertas habilidades que le posibiliten desempeñarse adecuadamente en un