El honor y la honra en La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca
La deshonra y la muerte Según el texto de Menéndez Pidal, dicen las Partidas que: “el infamado, aunque no haya culpa, muerto es en cuanto al bien y a la honra de este mundo”. Tanto Rosaura como Segismundo, los protagonistas, son seres deshonrados, arrancados, por razones ajenas a sí mismos, de las virtudes y los valores naturales del ser humano, por lo que se muestran como seres violentos. A Rosaura le ha sido arrancada la honra en dos ocasiones: al haber sido abandonada por su padre y al haber sido seducida y abandonada por Astolfo, hechos de los que da cuenta a Segismundo en el Cuadro iii de la Tercera Jornada. A propósito del abandono y deshonra de su madre por parte de su padre dice:
Aquella necia disculpa de fe y palabra de esposa la alcanza tanto que, aún hoy, el pensamiento la cobra, habiendo sido un tirano tan Eneas de su honra que la dejó hasta su espada. 2 La relaciona así con el mito clásico –que, como dijimos ya, es una característica que se continúa en el Barroco –y con la deshonra de Dido, seducida y abandonada por Eneas, que se suicida con la espada que éste le deja, como Clotaldo le deja la suya a Violante, madre de Rosaura. En cuanto a su propia deshonra dice: « (…)el dueño que roba/ los trofeos de mi honor,/ los despojos de mi honra: / Astolfo(...)»(P. Calderón de la Barca. La vida es sueño. Pág.: 102. Versos 2779-2782. Colihue, 2° ed. 2°reimp. Buenos Aires, 2007). Ha sido seducida por Astolfo, quien luego la