El hombre y su enigma (resumen)
Introducción Desde siempre, para comprenderse, el hombre ha ido a llamar a la puerta de los dioses. Después de todo ¿no es en el frontispicio de un templo, en Delfos, donde está grabado el famoso «conócete a ti mismo»? Ciertamente, estamos en el derecho de preguntarnos si uno todavía puede practicar o sugerir este recurso hoy en día. Desde la modernidad, inaugurada por Descartes, el hombre pretende tomar la medida de su ser a partir de él mismo, considerado como sujeto autónomo desligado de la trascendencia. Cogito, ergo sum (pienso, luego existo). Aun creyendo en la existencia de Dios, se trata de pensarse etsi Deus non …ver más…
Estos riesgos (sólo quiero hablar de riesgos) de un olvido de la trascendencia podrían ser la tautología el solipsismo. ¿Cree uno de veras poder comprenderse únicamente por sí mismo? ¿no es la alteridad, sea la que fuere, indispensable y feliz descubrimiento de sí mismo? «No está bien que el hombre esté solo», y nada es tal vez demasiado grande para hacerle comprender su grandeza. ¿No habría en el misterio de la inteligencia, que el hombre interpreta de sí mismo, un in-TE-legere, (en TI leer) que la soberbia etimología de Claudel espera de Dios? «¿De quién es esta inscripción?» —pregunta el evangelio (Mt 2, 20)—. Olvidémonos del sextercio y de la moneda de plata (que tenía la imagen del emperador) y pongamos en su lugar al hombre. ¿De quién es tu inscripción? dónde se nos ha escrito, en lo más profundo de nuestro ser, cuando se nos tejió en el seno materno (Sal 138, 13)? No es absurdo pensar con Eva, en su glorioso Magnificat («He echado al mundo un hombre, con el favor del Señor», Gen 4, 1), que la palabra escribe alguna cosa en nosotros. Esas palabras del Génesis, tan antiguas como las de Homero o las de Heráclito, no son menos dignas de nuestra atención, incluso simplemente humanista. Creo profundamente que el hombre —ser moral— encuentra en sí mismo una parte del fundamento de su ser. Pero otra parte, la encuentra en Dios. Hay puntales que se sostienen desde arriba.