El Rol De La Naturaleza En Frankenstein”
Esta novela comienza con la expedición de Robert Walton hacia el polo norte. La aventura tuvo muchos problemas, entre ellos, las complicaciones producto del clima (viento, lluvia, relámpagos, niebla, hielo, etc.). Un día, la empresa se encontró con un hombre desfallecido. Este hombre era Víctor Frankenstein, doctor y amante de la Filosofía Natural. Este último, lo llevo a cometer, mas adelante, actos indebidos.
En la novela, se puede apreciar el rol de la naturaleza de dos maneras. La primera vendría siendo “el desafiar a la naturaleza”. Y el segundo, los cambios de ánimos y sucesos, en relación a el clima.
Claramente en la novela, a medida que iba a suceder algo malo o inesperado, …ver más…
Pero no dudo de que a lo largo de mi relato se pruebe la evidencia interna de la veracidad de los sucesos que lo componen.” Pag.22.
La cita recién mencionada es un claro adelanto de lo que Víctor planeaba hacer (dar vida).
Antes de cometer dicho error, Víctor tenía cierta relación con la naturaleza. Podemos inferir que la naturaleza le otorgaba cierta paz a él, pero después de desafiarla, esa paz ya no era reiterativa, sino que muy pocas veces logró tener esa paz a través de la naturaleza. Esto debido al constante mal estar que le trae el monstruo, quien no lo deja en paz. Una de las cosas que más añora Víctor, es definitivamente la tranquilidad y armonía que tenía su espíritu con la naturaleza. “Me desperté horrorizado, un sudor frío me bañaba la frente, me castañeteaban los dientes y movimientos convulsivos me sacudían los miembros. A la pálida y amarillenta luz de la luna que se filtraba por entre las contraventanas, vi al engendro, al monstruo miserable que había creado. Tenía levantada la cortina de la cama, y sus ojos, si así podían llamarse, me miraban fijamente. Entreabrió la mandíbula y murmuró unos sonidos ininteligibles, a la vez que una mueca arrugaba sus mejillas. Puede que hablara, pero no lo oí. Tendía hacia mí una mano, como si intentara detenerme, pero esquivándola me precipité escaleras abajo. Me refugié en el patio de la casa, donde permanecí el resto de la noche, paseando arriba y abajo, profundamente agitado, escuchando con atención,