Ecologia trofica humana
PEDRO PORRAS GARCES
ARQUELOGO.- Nació en Ambato el 29 de Junio de 1915, día de San Pedro y fue bautizado con ese nombre. Hijo legítimo de Rosalino Porras Garcés, que estudió medicina naturista en Ambato y fue secretario del ciego Juan Benigno Vela, luego comerció en Guayaquil con italianos pero perdió su capital en el Incendio Grande del 96, pasó al Perú donde se realizó económicamente y de vuelta a Ambato compró las haciendas Pirisurco y Cusitaga Alto en Sagoatoa y falleció de hemorragia interna el 22 al golpearse en el estómago con la montura de un caballo encabritado, y de su segunda esposa y prima hermana Rosario Garcés Andrade, de las primeras Normalistas de la Provincia de Ambato de gran carácter y férrea …ver más…
"En 1940 me ordenó en Archidona Monseñor Rossi y como éramos pobres y no tenía nada que darme, se sacó su síngulo y me lo entregó diciendo: Te lo regalo como recuerdo de tu papá y se puso a llorar rememorando nuestro primer encuentro. Me fui a Ambato a celebrar la primera misa y al despedirme dijo: —Ojalá este viaje tuyo no sea el Rubicón entre nosotros dos—. Un mes después murió ahogado en el río Tena. Después pasé a la misión de Archidona donde me cogió la invasión peruana del 41 y fui instructor de reservistas. El 42 me gradué de Bachiller en Educación. De allí fui trasladado de director de la escuela Juan Montalvo y luego como rector del colegio San José, primer colegio secundario que funcionó en el oriente ecuatoriano, ambos en Tena, donde enseñe Literatura y Biología”.
En 1946 viajó a una escuela que tenía los Josefinos en un canchón de la base naval de Salinas, luego cambiaron a los estudiantes al primer colegio de las madres de los Sagrados Corazones hasta que el padre Berdoya – de nacionalidad italiana - construyó el gran edificio que hasta hoy existe, con la donación de las joyas de Luz María
Morla de Rubira.
El 49 fue rector del Murialdo de Ambato. El 50 director de la escuela pensionado Murialdo de Quito, hoy colegio Pablo VI. "Desde tiempo atrás cada vez que viajaba al oriente iba primero a la casa de don Carlos Manuel Larrea y él llenaba mis maleías vacías