Dimension individual del ser humano
Por tanto, respecto de sí misma, la realidad sustantiva humana no es germinal. Pero, en segundo lugar, salvo como metáfora botánica, no se puede decir que la historia sea maduración. Ciertamente, el hombre de Cromagnon no podía hacer cien mil cosas de las que hacemos hoy. Pero, ¿por qué? ¿Por falta de madurez? Desde luego, no. Ese hombre tenía la plenitud de las notas y de las virtualidades ya germinadas; las mismas que el hombre actual. El hombre de Cromagnon no era humanidad inmatura. El hombre del siglo pasado no era un hombre inmaturo. Nosotros no somos hombres inmaturos. La historia «añade» algo a los hombres. Pero no es madurez. Es otra cosa. ¿Cuál? De aquí, una segunda tesis:
B) Esta segunda tesis ha sido solemnemente enunciada varias veces en el siglo pasado y a comienzo del nuestro: la historia es desvelación. Una tesis que hizo fortuna. El hombre puede hacer muchas cosas. No sabemos cuál es el ámbito de este poder. Y lo que el hombre «puede hacer» lo va revelando precisamente la historia. La historia es desvelación del poder humano, una desvelación que es un proceso de «despliegue». De esta desvelación se pueden tener visiones distintas. Hegel tuvo la firme idea de que lo que se va desvelando son los momentos conceptuales del ser y del no ser en la unidad del devenir. Esta unidad es, pues, un despliegue dialéctico de la razón lógica. Razón lógica no es en Hegel razonamiento, sino razón absoluta: es