Didáctica Magna Resumen del cap. 1 al 12
EL HOMBRE ES LA CRIATURA POSTRERA,
LA MÁS ABSOLUTA, LA MÁS EXCELENTE
DE TODAS LAS CRIATURAS
¨Conócete a ti mismo¨ Pittaco
¡Oh, hombre!, si me conocieras, te conocerías? Yo la fuente de la eternidad, de la sabiduría, de la bienaventuranza; tú, mi hechura, mi imagen, mi delicia.
Te elegí como compañero mío de la eternidad, dispuse para tu uso el cielo, la tierra y todo cuanto contienen, reuní en ti solo cuanto brilla en cada una de las demás criaturas: la esencia, la vida, el sentido y la razón.
¡Ojalá todas estas cosas queden esculpidas, no en las puertas de los templos, ni en las portadas de los libros, ni en los ojos, lenguas y oídos de todos los hombres si no en sus corazones.
-Dando entender que el hombre …ver más…
Pues de la Bienaventuranza eterna con Dios, deduciendo cuales son los fines secundarios y adecuados a esta vida transitoria, tomándola de las mismas palabras de la divina resolución al formar el hombre. Tres son; que sea:
1. Conocedor de todas las cosas
2. Señor de sí mismo
3. Delicia de Dios
Entonces la criatura racional es un ser observador, denominador y clasificador de todas las cosas; esto es conocer y poder nombrar y entender cuanto encierra el mundo entero; dando un lugar al señor de las criaturas consiste en poder disponer de ellas conforme a sus fines legítimos para utilizarlas en provecho propio y finalmente la imagen de Dios es representar vivamente el prototipo de su perfección; del todo cual se saca la conclusión de los requisitos genuinos del hombre que son:
1. Erudición
2. Virtud
3. Piedad
Estos tres elementos forman el todo del hombre en esta vida; lo demás son aditamentos.
CAPÍTULO V
LA NATURALEZA HA PUESTO
EN NOSOTROS LA SEMILLA
DE LOS ELEMENTOS ANTEDICHOS
(ERUDICIÓN, VIRTUD Y RELIGIÓN)
La primitiva naturaleza del hombre fue buena y de ella hemos de volver.
Por la virtud de la providencia eterna que levanta a los caídos, también se entiende por voz de la naturaleza la universal providencia de Dios, o el flujo incesante de la bondad divina para obrar por completo en todas las cosas.
La sabiduría divina plantó en el hombre raíces eternas. Y para que con mayor evidencia