Desviaciones del derecho
I
Vengo ante tu tablado a merecer de ti, Señor, tu alegría.
Porque no es malo lo que das.
Lo bueno esta bajo tu mano.
Es buena y redentora tu palabra.
Veo lo malo y lo bueno aquí en la tierra.
Dame tu luz, mi verdadero padre.
Pon en mi pensar y en mi inteligencia mucho entendimiento a fin de que pueda reverenciarte cada día.
II
Si no es verdad lo que declaro, lance su flecha contra mi la amante del Gran Señor del Inframundo.
Que se muera mi madre, que se muera mi padre, que se mueran mis animales si es falsedad lo que relato.
Padre mío, de verdad te imploro, hermoso Padre de los cielos.
Grande eres en tu trono en las alturas.
Por eso te reverencio,
Dios único y hermoso.
Tu repartes el bien y el mal