Cuento corto de final abierto
Ya era viernes por la noche, y la gente empezó a juntarse en la puerta del salón; uno al lado de otro, como si el viento helado los obligara a acurrucarse. En un rectángulo rojo, algo más grande que una caja de zapatos, con los lados tapizados de gamuza color sangre y delicadamente acolchado en su interior, reposaba la gema más hermosa del mundo. Color gris azulado, 8 lados perfectamente pulidos y 46 quilates, eran las principales características del “Diamante Esperanza”. Ya en la sala principal, todas las marcas famosas peleaban por ser los dueños de la joya, y la gente no podía escucharse por tanto alboroto. Pero ni el crudo invierno francés dejo afuera de semejante evento a las dos …ver más…
Patricia se tomó su tiempo para responder, llamó a su contrincante a la privacidad de una salita lateral y dijo:
—Lo que pasa Señorita Daconte, es que mi interés va más allá de lo material —suspiró—. Mi corazón necesita ese diamante, como usted a su marido.
—¿Cómo puede ser?, algo tan superficial no domina el corazón de una dama —asombrada, Nena continua indagando —. ¿Acaso no tiene un compañero que suplante esa piedra?
—¡No! —gritó y soltó una lágrima que recorrió todo el costado de su cara —. Toda mi vida estuve rodeada de diamantes y nunca me traicionaron, en cambio el hombre al cual le entregue mi corazón y mi sonrisa, me abandonó por una carpa y un puñado de animales salvajes. Nena, un poco triste por la respuesta de la Señora Zimmerman, asintiendo con la cabeza y casi como queriendo dejar conforme a su rival en la subasta, dijo:
—Patricia, si te hace feliz comprar esta gema, no dejes de hacerlo, pero no creo que suplante a ningún hombre. Ese es un problema que debes solucionar en otro lado, no en este lugar.
—Lo se, pero el tiempo es cruel y ya no veo posibilidades de volver a enamorarme, en cambio, puedo seguir comprando cosas que quizás por un segundo me roben una sonrisa.
—No piense así Señora Zimmerman, la vida es mas que eso. Tenemos mucho tiempo por delante y los hombres sobran para una Dama de su nivel —dijo Nena, mientras emprendió su retirada y anunció tácitamente