Érase una vez un niño llamado Rogelio, el vivía en un barrio muy pobre a las afueras de la ciudad. Sin más familia que su madre, abuela y una pequeña hermana. La madre trabajaba planchando ropa ajena y lo que ganaba apenas le ajustaba para darles de comer a su familia, cosa que a Rogelio le molestaba ya que él estaba arto de vivir de esa manera y lo demostraba faltándole al respeto a su mama con gritos e insultos, sin importarle lo mucho que este comportamiento la entristecía. Y así al paso del tiempo esto se volvió cada vez más usual. Un día, sin saber cómo y por qué, lo despertó una destellante luz en un lugar inmenso y solitario sentado sobre una gran piedra de la que surgían cuatro pilares que parecían dar soporte al mundo. Estaba…ver más…
- dijo con una sonrisa mientras le daba la mano.
El Rogelio no terminaba de entender todo aquello tan extraño que le había pasado, pero entonces, al mirar de cerca los pilares, vió que cada una estaba hecha de miles y miles de figuritas representado los grandes valores: sinceridad, esfuerzo, honradez, generosidad.... Y al acercarse al suelo, comprobó que la enorme piedra estaba formada por las diminutas