Cristo De Las Violetas De Andrés Eloy Blanco
Andrés Eloy Blanco
Poema dramático en un ACTO ÚNICO
Un patio de la casa de los Bolívar en Caracas. La escena se desarrolla en la esquina de uno de los corredores. A la izquierda una pared blanca, en la que se apoya una mesita agobiada de flores, que enmarcan una copia del Cristo de Guacara. Dos briseras para cirios le hacen guardia. Por el arco del fondo se ve un patio con matas de granados. A la izquierda se prolonga el corredor; un grabe tinajón pegado a una columna; los personajes aparecen en la tertulia, en una rueda de sillas y mecedoras.
LUISA.- La muerte junta a los que deben juntar..., como la sombra...
LUISA.- Hasta que la muerte los une...
LUISA.- Nada, nada, don Fernando, parece que …ver más…
HASTA AQUÍ ME LO APRENDI, NOC SI ANEXARLES MAS, BUENO MEJOR AYUDAME POR FAA JEJEJJ
yo no lo veré (Solloza)Todos han quedado silenciosos. Entra María Antonia.
MARÍA ANTONIA.- ¿Qué pasa, qué es esto?
DON FERNANDO.- Nada..., otro cuento triste, otra hora sin pájaros en el árbol.
MARÍA ANTONIA.- Luisa, estás llorando. ¿Quién la hizo llorar?
LUISA.- Nadie... Fui yo quien contó el cuento... Fue a propósito de las tinajas que vinieron de Guayaquil. Pensaba yo en la sed que podrían apagar ellas a tantos que viven sin agua...
LUISA.- Sí, !bienaventurados los ciegos, porque ellos verán a Dios!; bienaventurados los ciegos, porque ellos no perderán nunca el recuerdo; bienaventurados los ciegos, porque su amor no puede morir jamás en su universo de sombra; bienaventurados los que no podrán ver los ojos del amado porque así siempre los llevarán consigo...
MARGARITA.- Bienaventurados los ciegos, hermana, porque para ellos ni la muerte es distancia ni la patria es abismo...
LUISA.- Sí... Los novios de las ciegas pueden ser mariscales, patriotas o españoles... Para nosotros todo es negro... Para nosotros todas las banderas son de un solo color... (María Antonia ha oído las últimas frases desde el fondo. Entra con un cirio).
MARÍA ANTONIA.- Margarita... Toma, ponle esta vela al Cristo, por el alma del gran Mariscal de Ayacucho...
LUISA.- Doña María Antonia, doña María Antonia..., no..., no le ponga usted lavela..., no...,