Conceptos doctrinales del derecho
Selección de:
Eleonora Sandoval, Saydi Pacab, Julia Canché, Alondra Osorio, Valeria Hoil, Nancy Trejo, Diana Góngora, Sídney Puc.
Othón P. Blanco
2010-2011
Prólogo
Un poeta, un lector.
Un poeta escribe sus poemas con las emociones a flor de piel; un lector recorre cada letra sintiendo el latido de aquellas frases, descubre la imaginación, ve crecer y tomar fuerza un poema ante sus ojos.
La poesía es un arma grandiosa para cambiar nuestro mundo, llegando al espíritu y alma de la gente.
Hemos recolectado varios autores, desde los más conocidos, hasta los poco nombrados. Escogimos algunos de los poemas que más nos han llegado; no es una recopilación por genero ni por autor, simplemente son …ver más…
Ponte así: tu rostro en tu mano.
Apóyate. Descansa.
Te envuelve dulcemente la oscuridad, y lentamente te borra.
Todavía respiras. Duerme.
Duerme si puedes. Duerme poquito a poco, deshaciéndote, desliéndote en la noche que poco a poco te anega.
¿No oyes? No, ya no oyes. El puro silencio eres tú, oh dormido, oh abandonado, oh solitario.
¡Oh, si yo pudiera hacer que nunca más despertases!
II
Las palabras del abandono. Las de la amargura.
Yo mismo, sí, yo y no otro.
Yo las oí. Sonaban como las demás. Daban el mismo sonido.
Las decían los mismos labios, que hacían el mismo movimiento.
Pero no se las podía oír igual. Porque significan: las palabras significan. Ay, si las palabras fuesen sólo un suave sonido, y cerrando los ojos se las pudiese escuchar en el sueño…
Yo las oí. Y su sonido final fue como el de una llave que se cierra.
Como un portazo.
Las oí, y quedé mudo.
Y oí los pasos que se alejaron.
Volví, y me senté.
Silenciosamente cerré la puerta yo mismo.
Sin ruido. Y me senté. Sin sollozo.
Sereno, mientras la noche empezaba.
La noche larga. Y apoyé mi cabeza en mi mano.
Y dije…
Pero no dije nada. Moví mis labios. Suavemente, suavísimamente.
Y dibujé todavía el último gesto, ese que yo ya nunca repetiría.
Reina María Rodríguez
Otra Naturaleza
Mi mensajero puso girasoles para el vértigo de las abejas en la jarra violeta puso girasoles de luz amarilla. se los robó a Van Gogh a la vírgenes a las sombras
puso