Introducción al concepto de hombre según Erich Fromm y Herbert Marcuse

Erich Fromm (Frankfurt 1900 – Murillo 1980):
Partiendo del hombre como centro de toda actividad humana, desarrolla su teoría utilizando los conceptos psicoanalíticos de Freud para investigar los fenómenos sociales.
Para Fromm el hombre es un sujeto biológico-social: es decir posee necesidades existenciales de trascendencia, de relación, de individuación, de arraigo, que necesitan ser satisfechas para poder desarrollar todas sus potencialidades, pero esta satisfacción esta ligada a las condiciones sociales existentes, ya que el hombre posee una estructura biológica susceptible de adaptación a los cambios ambientales, el concepto de adaptación dinámica.
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Para lograrlo tiene dos alternativas, una regresiva y otra progresiva. La manera regresiva implica volver a un estado pre - humano que le devuelva la unidad con la naturaleza a costa de la perdida de aquellas cualidades de su existencia humana. La respuesta progresiva busca una nueva forma de armonía a partir de un pleno desarrollo de todas las fuerzas humanas.

HERBERT MARCUSE (BERLIN 1898 - STAMBERG 1979).
Marcuse cree que el hombre posee las facultades y poderes necesarios para llevar una “buena vida”, esto es, una vida que sea, en lo posible, libre del esfuerzo, la dependencia y la fealdad. Alcanzar tal vida es alcanzar la “vida mejor” vivir de acuerdo con la esencia de la naturaleza o del hombre, la cual integra la realidad de la paz mediante la cual […] la vida llega a ser su propio fin, llega a ser felicidad, y también la base biológica de los valores estéticos, […] – como dice Marcuse […] la belleza, la serenidad, el descanso, la armonía, son necesidades orgánicas del hombre cuya represión y administración mutilan el organismo y activan la agresión”.
Lo primero que plantea Marcuse es una sociedad que limita la libertad del ser humano, donde éste se ve condicionado por la misma, y sólo puede exigir lo que se le permite exigir. Se le impone, de un modo homogéneo, una serie de necesidades artificiales, que sólo buscan un confort y no una superación, y así queda encadenado el individuo a ésta.
Esta represión y administración son