Cenizas para el viento
AUTOR
HERNANDO TELLEZ
COLEGIO SANTA ISABEL DE HUNGRIA
ASIGNATURA ESPAÑOL Y LITERATURA
SANTIAGO DE CALI
JULIO 2010
ANALISIS LITERARIO LIBRO CENIZAS PARA EL VIENTO
AUTOR HERNANDO TELLEZ
COLEGIO SANTA ISABEL DE HUNGRIA
ASIGNATURA ESPAÑOL Y LITERATURA
SANTIAGO DE CALI
JULIO 2010
INTRODUCCION
El libro cenizas para el viento es una obra literaria que pretende mostrar a través de sus capítulos la violencia que ha soportado nuestra nación desde sus tiempos más remotos ubicando los personajes en una época determinada y en situaciones que conjugan no solo la violencia colectiva de la época sino las disyuntivas personales de cada personaje sus conflictos emocionales y sus …ver más…
Tome la navaja, levante en Angulo oblicuo las dos cachas, deje libre la hoja respondía a la perfección.
Hice una pausa para limpiarla, tome la badana de nuevo y me puse a asentar el acero, porque yo soy un barbero que hace bien sus cosas.
Yo me acerque con la navaja en alto.”¿Piensa castigarlos a todos”, aventure tímidamente. “a todos”
Empecé a pulir suavemente el cuello. Porque allí sí que debía manejar con habilidad la hoja, pues el pelo, aunque en agraz, se enredaba en pequeños remolinos. Una barba crespa.los poros podían abrirse, diminutos, y soltar su perla de sangre. Un buen barbero como yo finca su orgullo en que eso no ocurra a ningún cliente de calidad.¿ a cuántos de los los nuestros había ordenado matar? ¿A cuántos de los nuestros habían ordenado que los mutilaran?.... mejor no pensarlo. Torres no sabía que yo era su enemigo. No lo sabía él ni lo sabían los demás.se trataba de un secreto entre muy pocos, precisamente para que yo pudiese informar a los revolucionarios de lo que torres estaba haciendo en el pueblo y de lo que proyectaba hacer cada vez que emprendía una excursión para cazar revolucionarios. Iba a ser, pues, muy difícil explicar que yo lo tuve entre mis manos y lo deje ir tranquilamente, vivo y afeitado.
La barba le había desaparecido casi completamente. Parecía más joven, con menos años de los que llevaba a cuestas cuando entro.