¡ATRAPADAS!
(Un ensayo sobre la violencia contra la mujer)

Sé que tú ignoras tanta muerte de encierro y cuchillo y bala, mi pequeña Laura Helvia. El dalle crece ajeno al vuelo azul de tu plumaje redondo, lejos del cuenco rosa de tu cuna y de los columpios amarillos que un día vestirás. Habita detrás de los muros familiares donde sollozan coronas de tristeza. En sus turbias estancias sangra un sauce tronchado sobre las fosas que celan carne ajada. Han sido niñas, como tú, jazmines delicados en aroma de fresas, iluminadas por el peplo suave de la luna y veladas por el ángel diminuto de los sueños. ¡Asesinadas! Pero las cifras son mudas. Sabe, mi pequeña, que la noticia es la noticia, y que ha de ser fresca como el pescado fresco y …ver más…

Detrás de mí no hay un nombre, sí la epopeya silenciosa de los inocentes sin voz. Quien no ha entendido esto no ha comprendido nada. Escribir es siempre un desafío. Sé que hay un hilo conductor que une al hijo de puta doméstico con la vesania de Hitler y sus congéneres. El verdugo suele ser un "don nadie", un simple portero de noche, un hombre gris, amable con los demás, casi servil..., nunca delataría a la hiena que lleva dentro. Sólo en las sombras afila sus colmillos y desarrolla su naturaleza. Procede con cautela en la ceremonia del "ojeo" y elige cuidadosamente la víctima a cazar. Ésta es inocente como una paloma y hermosa tal náyade ligera. El depredador coge el manual de Goebbel para atraerla, atraparla y destrozarla, como una granada contra una roca, y, así deshabitada, hacerla sentir un estropajo. Se suele dar la paradoja, y hablo de la experiencia de despacho, que el que menosprecia vale mucho menos, intelectual y/o físicamente, que la menospreciada, y lo más terrible es que la víctima cree lo contrario. Este es el trabajo del fascismo doméstico, el más cruel y el que alimenta la intolerancia, la desigualdad y los "fascismos" democráticos de esta sociedad nuestra tan rubia y lustrosa. Mas vamos paso a paso, hija mía. Este juego infernal requiere un sistema gradual de encarcelamiento y destrucción. Primero se levanta la trampa, digo el pisito, el hogar: "Una