Cartas generales resumen

9256 palabras 38 páginas
Epístolas Generales

En el nuevo testamento hay un conjunto de cartas que se conocen con el nombre de epístolas generales. Estas cartas son: Santiago, las dos de Pedro las tres de Juan y una de Judas; el objetivo de estas caratas era hablar al conjunto de iglesias diseminadas en varios lugares.
Estas cartas abordan temas de forma general y por lo tanto de aplicación y pertinencia más amplia, una vez leída por una iglesia circulaba entre otras comunidades de la fe. Estas no solo afirmaron la doctrina cristiana sino también, fueron de grande consuelo para una iglesia perseguida, la iglesia de la diáspora.
Estas podrían servir de textos para una teología pastoral por su alto contenido de nutridas experiencias y consejos de una
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Aquí tenemos una gran idea. Por la forma en que nos enfrentamos con las experiencias de la vida, nos estamos capacitando o incapacitando para la labor que Dios quiere que realicemos. La prueba es tan importante para el crecimiento espiritual d los creyentes, la prueba es inevitable para la perfección.
La ética cristiana ante las pruebas es una actitud positiva basada en la fe.
Santiago está corrigiendo aquí a los que Le echan las culpas de la tentación a Dios. Para él, lo único que es responsable del pecado son los malos deseos de cada uno. El pecado sería inoperante si no hubiera nada en la persona a lo que apelara. El deseo es siempre algo que se puede alentar o rechazar.
Santiago explica aquí el proceso del pecado: primero cada uno es atraído por su propia pasión, lo segundo es cuando la pasión después de que ha concebido da a luz el pecado, esto es la manifestación o materialización del pecado, y el pecado da a luz muerte, por lo tanto el cristiano no pacta ni podrá conciliarse con la tentación, esto quiere decir que la tentación debe ser rechazada.
Todo esto está centrado en una declaración fundamental que es a su vez la dinámica operativa de la ética cristiana, la palabra de Dios es para vivirla; nuestra vida esta normada por la Palabra; y esta viene directamente de Dios.
Vivir la Palabra solo es posible cuando nos sujetamos al Espíritu quien la inspiro. Cristo es la Palabra encarnada y por lo tanto es nuestro único perfil único posible

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