Adolescentes y drogas A pesar de los programas anti-droga llevados a cabo durante los últimos años por las autoridades en las escuelas y los institutos, y los programas educativos dirigidos a los padres de adolescentes, el índice de consumo de todo tipo de droga, desde tabaco, marihuana, alcohol, pastillas y cocaína.... entre los jóvenes sigue en aumento.
A diferencia de generaciones anteriores, el consumo de la mayoría de estas drogas ya existían cuando los que son ahora padres de adolescentes eran más jóvenes. Pero no había una proliferación tan extendida como la de hoy, y el contacto con la droga normalmente se realizaba más mayores cuando uno tiene más capacidad de decisión, más facilidad para rechazar ciertos hábitos y más madurez …ver más…

Si tiene algun contacto con una de las llamadas drogas blandas (tabaco, alcohol, hachis...), no le recrimines de forma automática. Es preferible que pueda compartir estas primeras ( y, en muchos casos, inevitables) experiencias para que tu puedas ayudarle a que no se conviertan en hábito. Si te conviertes en aliado/a (NO amigo, porque se debe retener la autoridad) en cuanto al consumo de drogas, se sentirá capaz de llamarte para que vayas a sacarle de una posible situación fuera de control. Conocer a los amigos del adolescente. Es importante conocer a los amigos y si es posible los padres de los amigos de tu hij@ adolescente. Esto ayudará a seguir la pista si está en una época evasiva o poco comunicativa. Mantenerte en contacto con tu adolescente. Hay estudios que indican que los adolescentes que tienen intereses y una vida ocupada tienen menor probabilidad de consumir drogas que los adolescentes que quedan en la calle o salen con amigos sin realizar ninguna actividad más allá que estar juntos. El deporte supone un magnífico escudo contra las drogas. Hablar con frecuencia sobre el tema de las drogas con el adolescente. Aprovechar programas de televisión para verlos y comentar sobre los contenidos.
Establecer normas muy claras. Demostrar un rechazo colectivo al asunto, y que existen actividades más divertidas y sanas en las que emplear el tiempo.
Organizar actividades en familia. Desayunar y cenar en familia, porque las