Cómo se las arreglan los profesores para que todo esto funcione
Como si hubieses hablado con alguien durante tu encierro. Sientes como de a poco olvidas la forma de hablar, de opinar, de relacionarte con los demás. ¿Relacionarte con alguien, tú? Pero con quien, si solo tienes a estas cuatro paredes. Maldita censura, que injusticia más horrible, mereces ser libre, ningún ser humano merece tal castigo por algo tan insignificante como opinar. ¿Insignificante? Acaso tu opinión es algo insignificante ¿Qué clase de estupidez es esa?, toda opinión, por mas vacua que sea merece respeto, ninguna merece ser descartada, ni mucho menos ser sancionada con encarcelamiento. Maldito género humano, ha vuelto a sus raíces más reprochables, esto es tal como en el pasado, si tus palabras u opiniones herían a alguien de alta alcurnia, eras castigado inclusive con la muerte pública, ahora, por el simple hecho de que no pudiste contener tus palabras, tus opiniones han sido tachadas y tú has sido acallado para siempre, lo más probable. Mira el lado positivo, aunque te hayan callado a la fuerza puedes seguir hablando. Si, puedes seguir hablando, pero ¿No es necesario que alguien te escuche para hablar? No, imposible, tú estás hablando y no importa si alguien te escucha o no, pues sigues expresándote, sigues mostrando tu interior. Pero ¿Si nadie te escucha no son palabras sin importancia? Mentiras, aunque nadie te escuche tu opinión tiene importancia, pero son simplemente palabras al aire, pues nadie te escucha, nadie sabrá lo que dijiste y nadie lo